Inherencia
Según el diccionario, la inherencia se refiere a algo que por su naturaleza está de tal manera unido a una cosa, que no se la puede separar.
Por ejemplo, el tiempo es inherente, siempre podemos saber que hora, minuto o segundo sigue a este mismo momento . Con los números, pasa algo parecido, al ser correlativos, siempre podemos determinar qué cifra es la que continúa, no importando que número tengamos en mente, indudablemente sabemos cuál es el inmediato superior o inferior.
En otro ámbito de cosas pero sin salirnos de la materia, Jesús enseñó que el reino de los cielos se había acercado a los hombres.
Lo que Él en realidad estaba diciendo era que el reino de los cielos era inalcanzable para todo ser humano, pero con la venida de Jesús a la tierra, su sacrificio y muerte, este reino se acercó de tal manera que podía ser encontrado por todo aquel que lo buscara con un corazón sincero.
Mateo 6:33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
El rol que tenemos como hijos de Dios, es buscar el reino de los cielos y su justicia, por inherencia, todas las cosas que son necesidad para nuestro sustento en esta tierra, serán añadidas.
Dios tiene pleno conocimiento de nuestras necesidades, pero en ocasiones tomamos el control de todo y no le permitimos a Dios obrar en nuestras vidas, buscamos las bendiciones antes que al Señor de la bendición.
Con esta actitud lo único que logramos es cortar el ciclo que Dios dispuso para obtener sus verdaderas bendiciones, evitamos que por inherencia el Señor nos brinde de sus dadivas.
Juan 15:7-15 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos. Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor. Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.
La búsqueda de todo corazón de Dios y el rendirnos a su justicia, conllevan inherentemente a la bendición.
Por ejemplo, el tiempo es inherente, siempre podemos saber que hora, minuto o segundo sigue a este mismo momento . Con los números, pasa algo parecido, al ser correlativos, siempre podemos determinar qué cifra es la que continúa, no importando que número tengamos en mente, indudablemente sabemos cuál es el inmediato superior o inferior.
En otro ámbito de cosas pero sin salirnos de la materia, Jesús enseñó que el reino de los cielos se había acercado a los hombres.
Lo que Él en realidad estaba diciendo era que el reino de los cielos era inalcanzable para todo ser humano, pero con la venida de Jesús a la tierra, su sacrificio y muerte, este reino se acercó de tal manera que podía ser encontrado por todo aquel que lo buscara con un corazón sincero.
Mateo 6:33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
El rol que tenemos como hijos de Dios, es buscar el reino de los cielos y su justicia, por inherencia, todas las cosas que son necesidad para nuestro sustento en esta tierra, serán añadidas.
Dios tiene pleno conocimiento de nuestras necesidades, pero en ocasiones tomamos el control de todo y no le permitimos a Dios obrar en nuestras vidas, buscamos las bendiciones antes que al Señor de la bendición.
Con esta actitud lo único que logramos es cortar el ciclo que Dios dispuso para obtener sus verdaderas bendiciones, evitamos que por inherencia el Señor nos brinde de sus dadivas.
Juan 15:7-15 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos. Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor. Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.
La búsqueda de todo corazón de Dios y el rendirnos a su justicia, conllevan inherentemente a la bendición.
Siguiendo
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