REFLEXION: No me olvides...

No me olvides...

 

Jahonami era una mujer que no tenia ingresos, tenía dos hijos que alimentar y muchas deudas que cancelar, fue entonces cuando empezó a clamar a Dios, y en un tiempo de oración en la iglesia, tuvo la idea de vender refrescos. Con el poco capital que consiguió, comenzó su negocio vendiendo en la calle, Dios le dio tanta gracia, que se hizo muy conocida y cada día ganaba más…
Entonces abrió un restaurante, fue tan próspera que en poco tiempo, terminó de pagar todas sus deudas, a tal punto que pudo abrir tres grandes restaurantes, los cuales absorbieron todo su tiempo. Ya no iba a la iglesia, no tenía tiempo para orar y leer la palabra de Dios. Lamentablemente, al recibir la abundancia, rápidamente olvidó a quien la bendijo y le dio la gracia para su crecimiento.
Cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra que juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob que te daría, en ciudades grandes y buenas que tú no edificaste, y casas llenas de todo bien, que tú no llenaste, y cisternas cavadas que tú no cavaste, viñas y olivares que no plantaste, y luego que comas y te sacies, cuídate de no olvidarte de Jehová, que te sacó de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. Deuteronomio 6:10-12
Es fácil olvidarse de Dios, cuando ya no tenemos una necesidad, sin embargo, ahí nos podemos dar cuenta, que en realidad no lo buscábamos por quien es él, sino por lo que él nos podría dar.  Es por esto, que Dios habla a sus hijos y les dice: “Cuando hayas recibido la bendición que esperabas, cuando tengas lo que tanto anhelabas, no te olvides de mí, que te saqué del lugar de sufrimiento…”

!!Quién diera que tuviesen tal corazón, que me temiesen y guardasen todos los días todos mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre! 5:29

Dios daría todo para que cambies tu corazón, y le busques, porque lo vas a encontrar. Dios está interesado en que te vaya bien, que prosperes y seas bendecido, la verdad es que la bendición que tienes no será para siempre si te alejas de él, hoy en día Jahonami terminó cerrando dos de sus negocios, hasta que reconoció que de Dios provenía la bendición y no de sus fuerzas…
Vamos, ¡El siempre te espera con los brazos abiertos! Hoy aparta un tiempo importante para él.
¡No es tarde para acercarte a Dios!