Luego de que la Suprema israelí desechara el recurso de la ONG Almagor (fundación de víctimas del terrorismo), dos furgonetas que transportaban prisioneros dejaron la cárcel de Ofer en dirección a Ramallah, en Cisjordania, al tiempo que tres terroristas de Gaza fueron puestos en libertad en el paso fronterizo de Erez.
En Gaza, gobernada por Hamás, sólo un puñado de familias esperaba a los presos al otro lado del paso de Erez con banderas palestinas y carteles.
El resto de los terroristas fueron liberados y entregados en Jerusalén y en el paso de Betunia a la Autoridad Palestina (AP), que preparó un recibimiento oficial en Ramallah.
Los presos de Jerusalén fueron dejados en libertad en una de las principales bases de la Guardia de Fronteras en la parte oriental de la ciudad y fueron recogidos por sus familias. Por primera vez, Israel liberó a cinco palestinos residentes en Jerusalén Este con documentos de identidad emitidos por el Estado judío.
En Ramallah miles de personas recibieron a los 18 reclusos que residen en Cisjordania en una multitudinaria bienvenida en la que participó el presidente de la AP, Mahmud Abbás.
El líder de la AP les dio la bienvenida de forma oficial y les aseguró que no firmará ningún acuerdo definitivo con Israel si éste no incluye la excarcelación de todos los prisioneros.
«Les prometo que no firmaré ningún acuerdo si todos los prisioneros no regresan a sus hogares», afirmó Abbás, antes de expresar su esperanza de que pronto «la bandera palestina ondee sobre Jerusalén».
Israel aprobó la excarcelación en julio pasado como gesto de buena voluntad para devolver a la mesa de negociaciones a la Autoridad Palestina, después de casi tres años de estancamiento.
En los últimos meses Israel excarceló a otros dos grupos de 26 terrorista palestinos, y resta uno sólo, también de 26, previsto para dentro de dos meses y que podría incluir ciudadanos árabes israelíes.
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