En un acto sin precedentes, Solís explicó que de esta manera su gobierno envía un mensaje de respeto y tolerancia hacia la comunidad gay (LGBT), cuyos integrantes -dijo- han sido objeto de discriminación en el país.
"Vamos a luchar muy fuerte contra toda forma de discriminación, buscaremos sin descanso una sociedad más inclusiva y más respetuosa. Ese es el compromiso de nuestro Gobierno", puntualizó.
La actividad se realizó en el jardín principal de Casa Presidencial, en el distrito de Zapote, San José, con la presencia de gran parte de su gabinete y de impulsores de la igualdad de derechos para los homosexuales.
En un breve discurso, Solís defendió su pedido para que la bandera esté presente en los ministerios de gobierno y recalcó que no refleja una parcialidad hacia un sector.
Un día antes, sin embargo, representantes de los partidos Renovación Costarricense, Accesibilidad Sin Exclusión (PASE) y Alianza Democrática Cristiana (ADC) criticaron la posición del Gobierno.
"Los cristianos no fomentamos la discriminación, pero izar esta bandera es un acto innecesario, en la casa que debe ser de todos y no solo de un grupo", dijo Gonzalo Ramírez, diputado de Renovación Costarricense, al diario La Nación.
Mientras la Federación Alianza Evangélica Costarricense, publicó en su cuenta de Facebook: "Lamento mucho lo que está sucediendo en Costa Rica, gobernantes caídos en desgracia y llevando a Costa Rica al "cambio" de moral, de valores y hacia la cultura del irrespeto y provocación. Una gobernante entregó su gobierno a los "baales", otro gobernante a la inmoralidad. En todo esto, no esperemos que Dios honre a quienes no le honran".
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