REFLEXION

Paso a Paso
 

 

Muéstrame la senda correcta, oh Señor; señálame el camino que debo seguir. Guíame con tu verdad y enséñame, porque tú eres el Dios que me salva. Todo el día pongo en ti mi esperanza. Salmo 25:4-5

Iniciar un nuevo año significa tener nuevas esperanzas, nuevos sueños, trazarnos nuevas metas y objetivos, pero muchas veces no tenemos claramente definidos algunos conceptos que son importantes para alcanzarlos.
-Metas, son el fin hacia el cual se dirigen las acciones o deseos de una persona para conseguir un objetivo, en un tiempo señalado y con los recursos necesarios. Nos conducen a lograr un objetivo determinado.
-Objetivos, son propósitos específicos, que se desean alcanzar a través de determinadas acciones. Son la sumatoria de una serie de metas trazadas, los cuales deben estar siempre sujetos a evaluación y medición.
Adicionalmente debemos considerar que sean:
Específicos.- Los objetivos no deben ser definidos de forma vaga, lo ideal es que cada objetivo conlleve una acción determinada.
Mesurables.- Los objetivos deben poder medirse, esto nos permitirá saber a tiempo si estamos yendo por el camino correcto o no, además hará que nos sintamos motivados al ver los logros producidos.
Alcanzables.- Los objetivos inalcanzables no proveen motivación sino autoengaño, siempre debemos ser optimistas y esperar lo mejor de nuestro trabajo y esfuerzo. No debemos esperar resultados desproporcionalmente elevados en comparación con los recursos invertidos.
Realistas.- No es malo plantearse metas grandes y ambiciosas, cuando se tienen los medios y recursos necesarios para alcanzarlos, por ese motivo debemos trazarnos objetivos que se puedan realizar.  
Se dice que un objetivo deber ser un “sueño con fecha de vencimiento”, porque la presión de tiempo contribuye a la autodisciplina y a la auto-exigencia.
Si hacemos una comparación con una escalera, podríamos indicar que las metas son los escalones o peldaños y el objetivo es llegar a la parte superior de la escalera. Algo que debemos tener presente es que cada persona es única, y por esa razón no todos llegaremos a la parte superior de la escalera en el mismo tiempo, unos llegarán antes otros después, lo importante es no dejar de esforzarnos ni desesperarnos, paso a paso lo lograremos.
Pero no es suficiente tener metas y objetivos claros sino también un Plan, que es un diseño de estrategias, instrumentos, mecanismos y acciones en forma ordenada y coherente que se utiliza para llegar a las metas y objetivos trazados. Con un plan aclaramos lo que pretendemos conseguir y cómo nos proponemos conseguirlo, mejor si lo tenemos en forma escrita.
Todos los días tenemos la oportunidad de encomendar nuestra vida a Dios, porque no empezamos también a compartirle aquellos sueños que tenemos y que queremos que se hagan realidad este año. Con su ayuda y dirección, podemos tener la seguridad que se harán realidad, solo necesitamos pedirle que nos confirme si cada uno de ellos se encuentra alineado a su perfecta voluntad y aprender a ser más sensibles a su voz para darnos cuenta de qué decisiones nos acercan más a Él y cuáles nos apartan de sus propósitos.
Un sueño sumado a la voluntad de Dios, siempre es realizable, por más alocado que éste te parezca!!