Tal vez uno de los relatos más impresionantes que encontramos en la Biblia, acerca de la fe es el de la vida Job.
La Biblia comienza describiéndolo: “… Era un hombre intachable, de absoluta integridad, que tenía temor de Dios y se mantenía apartado del mal” (Job 1:1 NTV) y continúa describiendo todas las posesiones que tenía y finalmente termina diciendo “Era en realidad, la persona más rica de toda aquella región”
Más adelante, Dios testifica algo grande acerca de Job, al afirmar que no había otro como él en la tierra y pese al alto concepto que el Señor tenía de su siervo, permite que pase por pruebas en diferentes ámbitos de su vida: Perdió su familia, sus posesiones y su salud pero pese a eso nunca perdió su fe.
Job no sólo perdió todo lo que poseía sino que además tuvo que aguantar las burlas de la gente y las palabras poco alentadoras de sus amigos, pero se mantuvo firme alegando su inocencia, él estaba seguro de que su vida siempre había sido recta delante de Dios y confiaba plenamente en su Redentor.
Podemos sentirnos como Job, atravesamos una prueba tras otra, no entendemos qué pudimos haber hecho para pasar lo que estamos pasando y podemos sentirnos abatidos y atribulados. Y hasta nos enojarnos con Dios, lo interrogamos y ante su silencio decidimos dejarlo todo… Pero buscar “otras soluciones” lejos de Él, sólo harán que perdamos el tiempo porque Dios no está dispuesto a perderte y verá la forma de atraerte nuevamente hacia Él.
En Romanos 8:38 y 39 encontramos una hermosa declaración: “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”
No hay nada que nos separe de su amor y, aunque ahora no entendamos la prueba, una vez que la pasemos, Dios restituirá todo lo que perdimos y nos dará el doble de lo que teníamos como lo hizo con Job. El secreto de este hombre que fue un ejemplo increíble de fe, radicaba en que no dio ni un solo paso atrás.
“Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.” Hebreos 10:39
Recuerda, ni un paso atrás, mantente firme confía en tu Redentor y sus propósitos; verás el respaldo de Dios y disfrutarás de las inmensas bendiciones que tiene para tu vida.
La Biblia comienza describiéndolo: “… Era un hombre intachable, de absoluta integridad, que tenía temor de Dios y se mantenía apartado del mal” (Job 1:1 NTV) y continúa describiendo todas las posesiones que tenía y finalmente termina diciendo “Era en realidad, la persona más rica de toda aquella región”
Más adelante, Dios testifica algo grande acerca de Job, al afirmar que no había otro como él en la tierra y pese al alto concepto que el Señor tenía de su siervo, permite que pase por pruebas en diferentes ámbitos de su vida: Perdió su familia, sus posesiones y su salud pero pese a eso nunca perdió su fe.
Job no sólo perdió todo lo que poseía sino que además tuvo que aguantar las burlas de la gente y las palabras poco alentadoras de sus amigos, pero se mantuvo firme alegando su inocencia, él estaba seguro de que su vida siempre había sido recta delante de Dios y confiaba plenamente en su Redentor.
Podemos sentirnos como Job, atravesamos una prueba tras otra, no entendemos qué pudimos haber hecho para pasar lo que estamos pasando y podemos sentirnos abatidos y atribulados. Y hasta nos enojarnos con Dios, lo interrogamos y ante su silencio decidimos dejarlo todo… Pero buscar “otras soluciones” lejos de Él, sólo harán que perdamos el tiempo porque Dios no está dispuesto a perderte y verá la forma de atraerte nuevamente hacia Él.
En Romanos 8:38 y 39 encontramos una hermosa declaración: “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”
No hay nada que nos separe de su amor y, aunque ahora no entendamos la prueba, una vez que la pasemos, Dios restituirá todo lo que perdimos y nos dará el doble de lo que teníamos como lo hizo con Job. El secreto de este hombre que fue un ejemplo increíble de fe, radicaba en que no dio ni un solo paso atrás.
“Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.” Hebreos 10:39
Recuerda, ni un paso atrás, mantente firme confía en tu Redentor y sus propósitos; verás el respaldo de Dios y disfrutarás de las inmensas bendiciones que tiene para tu vida.
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