Scott está hospitalizado desde agosto en el Hospital Universitario de Oncología Seidman, donde recibe tratamiento de quimioterapia. Los médicos ya le han dicho que no viviría mucho tiempo, según Daily Mail.
Dice que había prometido llevar a su hija, Sarah, de 24 años, hasta el altar el día de su boda. Incluso si tuviera que hacerlo acostado en una camilla.
El pasado sábado 12 llegó a la Primera Iglesia Evangélica Luterana de Strongsville en Ohio, para asistir al matrimonio y acompañar a su hija al altar para entregarla a su novio Angelo Salvatore.
Scott, llegó al altar, besó a sus nietos que llevaban los anillos y saludó a los invitados. "Lo hicimos", le dijo a la hija. También le pidió que no llore porque podría arruinar su maquillaje. Muchos de los presentes lloraron y aplaudieron.
Según los informes, después de la ceremonia Scott regresó al hospital.
En una entrevista, Scott sólo dijo "no hay garantías en la vida, tenemos que aprovechar las oportunidades que Dios nos da".
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