VOLVIENDO A APRENDER
Aquel día caminaba pensativo por la orden que me había dado Jesús. Mientras pensaba que quizás podía haber una mejor forma de pagar los impuestos, tal vez trabajar medio tiempo, pedir una ofrenda después de cada servicio, un préstamo a corto plazo, después de todo Saqueo era un amigo nuestro, quizás podía ayudarnos, pero no podía dejar de cumplir la petición de alguien que nunca erró en nada. Tirar unos anzuelos al mar y sacar una moneda de la boca del primer pez que encontrara no parecía ser una mala idea, después de todo había visto endemoniados siendo libres, ciegos ver nuevamente, muertos que resucitaban, tantos milagros que nunca podría enumerar.Y pensar que antes me ganaba la vida como pescador con redes grandes, pescas industriales, esa era mi profesión y el negocio familiar, era mi patrimonio por generaciones, lo habíamos hecho de esa manera, con redes tejidas a mano. Aunque recuerdo siempre aquella vez cuando comenzaron a romperse las redes y aún el bote se quería hundir, tanto así que necesité ayuda de otros pescadores para sacarlo todo. Todo eso pasó por atender la palabra que Jesús me dio al encontrarme a orillas de mi fracaso.Cómo olvidar ese día, toda una noche sin poder pescar nada, casi a punto de rendirme junto con mi hermano Andrés. Justo cuando perdí la esperanza escuché su voz que decía: “Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar”, “intenta una vez más, pero ésta vez ve en mi nombre”, en ese momento dudé, pero su palabra me dio seguridad e intenté una vez más. En ese momento pasó lo impensable, la gran pesca milagrosa.Ahora me encuentro sentado a la orilla del mar para pescar algún pez y pagar los impuestos. Mis antiguos colegas de trabajo me miran y comentan de lo que hago ahora, algunos son más picaros que otros. Pero no importa, las palabras de Jesús arden con más pasión dentro de mí que las críticas. * Mateo 17:27 Sin embargo, para no ofenderles, ve al mar, y echa el anzuelo, y el primer pez que saques, tómalo, y al abrirle la boca, hallarás un estatero; tómalo, y dáselo por mí y por ti.Todos sabemos cómo termina la historia.Pedro, el apóstol de Jesús tenía una idea de cómo hacer una pesca, pero tuvo que dejar a un lado sus métodos y obedecer a Jesús.Quizás lo más difícil no fue creerle por la locura de sus palabras, sino que lo difícil fue renunciar a su forma de hacer las cosas y rendirse por completo a su voluntad.En muchos momentos de nuestra vida podemos creer que la forma de hacer las cosas es mejor que la que Dios nos muestra. Al edificar nuestra familia, al administrar nuestro negocio, mientras trabajamos, en la relación con nuestras amistades, en la vida diaria. Jesús tiene una fórmula para hacer las cosas y sus métodos son infalibles, siempre podemos obtener la victoria aunque por el momento parezca una locura.Si por ahora te sientes en conflictos porque estás obedeciendo la palabra de Dios y no has visto resultados, no te rindas. Ya no sigas haciendo las cosas según tu experiencia y conocimiento, deja que Jesús te instruya.Proverbios 3:5 Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia.No busques tus propios métodos, busca los métodos de Dios.
|
|
|
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario