"Queremos que el tribunal emita una orden de liberación de Meriam porque creemos que no ha cometido ningún crimen. No hay crimen de adulterio porque está legalmente casada, ni de apostasía porque de acuerdo con los tratados intenacionales definidos por el Gobierno de Sudán, el crimen de apostasía no estaría tipificado", son las palabras del abogado de Meriam.
El caso es un embrollo judicial. La Sharia- la ley islámica por la que se rige el país- no permite que una mujer musulmana se case con un cristiano, de ahí que el enlace con su marido hace tres años no sea reconocido, aunque la Constitución si lo permita. La condena a la horca es por apostasía, por renunciar al Islam.
Hace unos días, la mujer dió a luz a una niña en prisión con grilletes en los pies. Vive con su hijo de 18 meses, y su hija recién nacida en una pequeña celda de una cárcel de Jartum en la que dió a luz un mes antes de que saliese de cuentas. Su ejecución ha sido aplazada 2 años para que en ese tiempo pueda criar al bebé.
Las organizaciones de derechos humanos calificaron la decisión del tribunal de "aberrante" y han denunciado la indefensión de esta madre, que ha apelado la sentencia. En Sudán, está prohibido que las musulmanas se casen con hombres de otra religión. La ley sí permite, sin emabrgo, que lo hagan los hombres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario