Reflexión para este Bendecido Sábado
CVCLAVOZ- Dios nos hizo únicos y diferentes, por lo tanto no podemos esperar que los demás vean las cosas como nosotros y tengan el mismo punto de vista.
Pero hay una cosa que si debe ser un común denominador en todos y es ver las cosas de forma positiva siempre y no fijando la vista en lo malo sino en lo bueno que Dios nos trae en ese momento.
Claramente el siguiente relato puede mostrarnos esta diferencia: Dos vendedores de zapatos fueron mandados a un país extranjero para promocionar e intentar ofrecer el producto que vendían.
El primero manda un e-mail a la compañía diciendo: “cancela el pedido, estoy por regresar, aquí la gente no usa zapatos”.
El segundo manda el siguiente correo electrónico a la empresa: “dobla el pedido, no hay nada de competencia.”
Cuando nuestra visión está puesta en Dios, podemos hallar el propósito que Él tiene con esa situación, podemos ver que Dios tiene algo más allá de lo que nuestros ojos pueden ver, pero está en nosotros el aprovechar cada oportunidad que se presenta envuelta en un problema o una prueba.
Si te has enfocado en lo malo, en la necesidad, la enfermedad o el dolor que estás pasando, quita de ti ese escenario y abre los ojos a lo bueno que hay para ti detrás de todo eso, si confías en Dios, podrás encontrar paz, sanidad, provisión y sobre todo su amor incondicional.
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.” Romanos 8:28
Todos vivimos en el mismo planeta y bajo el mismo cielo, pero no todos sabemos ver el horizonte de la misma manera. Está en nosotros hacer la diferencia al momento de ver acercarse la prueba, lo que para algunos sería una tragedia para nosotros, quienes creemos en aquel que nos ama, será una oportunidad para crecer y recibir una enorme bendición.
Para unos es un desastre, para los que aman a Dios es una oportunidad y una bendición lo que viene por delante.
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