En sus manos
Sentirse perdido en medio de la incertidumbre de lo que traerá el futuro despierta en nosotros los más grandes temores e inseguridades y más aún cuando entendemos que nuestras decisiones afectan la vida de quienes amamos.
Grandes o pequeñas decisiones, todas son importantes. Posiblemente en este momento estás en una encrucijada, no sabes qué hacer y la incertidumbre de cómo terminarán las cosas te ha estado atormentando; o quizás, no estás tomando ninguna decisión importante en este momento, pero las consecuencias de las elecciones del pasado te han estado atormentando. Cualquiera sea la circunstancia que estés atravesando, recuerda las palabras de David:
“Mas yo en ti confío, oh Jehová; Digo: Tú eres mi Dios. En tu mano están mis tiempos; Líbrame de la mano de mis enemigos y de mis perseguidores. Haz resplandecer tu rostro sobre tu siervo; Sálvame por tu misericordia”. Salmos 31: 14-16
Cuando David hablaba de que en las manos de Dios están sus tiempos no sólo se refería al presente, al pasado y al futuro, sino que todo, absolutamente todo, está en las manos de Dios. Los momentos difíciles y los de gozo, la abundancia y la escasez, la salud y la enfermedad, todo lo que vivimos está en sus preciosas manos.
Por eso puedes vivir tranquilo, sabiendo que al estar en sus manos no habrá nada ni nadie que te lastime, que si encomiendas tu vida y tus decisiones a Dios todo obrará para bien aunque lo que estés viviendo ahora no tenga sentido. Inclusive tus decisiones equivocadas Dios puede transformarlas para cumplir Su propósito en tu vida.
Aunque no conozcas lo que vendrá puedes tener esperanza y vivir en paz si encomiendas tus caminos, tus planes, tus sueños y tus decisiones a Dios.
Grandes o pequeñas decisiones, todas son importantes. Posiblemente en este momento estás en una encrucijada, no sabes qué hacer y la incertidumbre de cómo terminarán las cosas te ha estado atormentando; o quizás, no estás tomando ninguna decisión importante en este momento, pero las consecuencias de las elecciones del pasado te han estado atormentando. Cualquiera sea la circunstancia que estés atravesando, recuerda las palabras de David:
“Mas yo en ti confío, oh Jehová; Digo: Tú eres mi Dios. En tu mano están mis tiempos; Líbrame de la mano de mis enemigos y de mis perseguidores. Haz resplandecer tu rostro sobre tu siervo; Sálvame por tu misericordia”. Salmos 31: 14-16
Cuando David hablaba de que en las manos de Dios están sus tiempos no sólo se refería al presente, al pasado y al futuro, sino que todo, absolutamente todo, está en las manos de Dios. Los momentos difíciles y los de gozo, la abundancia y la escasez, la salud y la enfermedad, todo lo que vivimos está en sus preciosas manos.
Por eso puedes vivir tranquilo, sabiendo que al estar en sus manos no habrá nada ni nadie que te lastime, que si encomiendas tu vida y tus decisiones a Dios todo obrará para bien aunque lo que estés viviendo ahora no tenga sentido. Inclusive tus decisiones equivocadas Dios puede transformarlas para cumplir Su propósito en tu vida.
Aunque no conozcas lo que vendrá puedes tener esperanza y vivir en paz si encomiendas tus caminos, tus planes, tus sueños y tus decisiones a Dios.
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