Activistas de derechos humanos informan que Saketi se presentó ante la corte varias veces antes de recibir su sentencia definitiva que le envió a prisión. El tribunal lo condenó a un año de cárcel, mientras que anteriormente se le concedió la libertad bajo fianza para la libertad condicional. Sin embargo, por razones desconocidas, las autoridades judiciales impidieron a su familia conseguir la libertad bajo fianza para su libertad condicional.
El Ministerio de Inteligencia de Irán había detenido a Saketi el 23 de julio de 2013, en la provincia de Golestan.
Entonces Hossein Saketi, a quien sus amigos le llaman Esteban, fue trasladado a una cárcel en el condado de Jajrom y de allí a la Oficina de Inteligencia en Bojnord, en la provincia de Jorasán del Norte.
Después de 15 días en régimen de aislamiento, y después que Saketi hizo la afirmación de que el tribunal de Bojnord no tenía la competencia necesaria para juzgarlo, su caso fue transferido a la provincia de Alborz Tribunal Revolucionario.
Los cargos mencionados en su caso era por ser cristiano relacionado con el evangelismo.
Este creyente cristiano fue entregado a la Oficina de Inteligencia de Karaj, el 6 de agosto. Estuvo recluido en régimen de aislamiento en el pabellón 8 de la cárcel Rajaei-Shahr hasta el 26 de octubre y finalmente trasladado al pabellón 7 de la Prisión Central de Karaj, donde se encuentra recluido en la actualidad.
Los disidentes religiosos en Irán, especialmente los conversos cristianos, están bajo una creciente presión y están sujetos a un trato inhumano por parte del gobierno islámico de Irán. Estas presiones han llegado a su punto máximo en los últimos tres años y han dado lugar a detenciones y el encarcelamiento de un gran número de cristianos iraníes, cierre de muchas iglesias de habla persa, y el cierre de iglesias en las casas de todo el país. Estas presiones del gobierno están destinadas a detener la propagación del cristianismo en Irán.
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