La mujer y sus dos hijos estaban a un paso de quedarse en la calle. La habían estafado con la escritura de su casa y el Banco había dispuesto el remate de la vivienda.
Sin embargo, segundos después de que el martillero aceptara la oferta de 71 mil pesos de Claudio Del Valle, el mismo comprador, se acercó a Silvina y le dijo: "Quédese tranquila, yo compré esta casa para ustedes".
"Es un enviado de Dios. Nadie hace algo así hoy en día. Le voy a estar agradecida de por vida", contó Silvina, emocionada, con sus hijos en brazos, al informativo de Canal Siete.
"Me dijo que nos quedemos tranquilos, que podemos ir devolviéndole la plata de a poco, como podamos. Antes de irse a su ciudad, vino a mi casa y ver como estaba mi mamá, que se descompuso en el Colegio de Martilleros por la situación", mencionó la mujer.
De Del Valle, además de su nombre, se sabe que vive en la localidad de Puán y es un asiduo concurrente a las subastas.
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